10 claves para entender a los Epicúreos: Una filosofía para la felicidad
Queremos que conozcas estas 10 claves para entender a los epicúreos, pues, su filosofía fue una máxima para la felicidad que puede ser útil hoy día.
Es normal que en el presente muchas personas presenten cuadros de ansiedad, estrés, e incluso depresión, debido a las presiones de su entorno.
Por tal motivo, muchos están regresando a beber de las aguas que han fluido por los ríos de la filosofía, ya que no encuentran una forma adecuada de manejar su vida.
Para los epicúreos la felicidad residía en el placer, pero un placer que obedecía a equilibrios más que a excesos.
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¿Cómo podemos entender a los Epicúreos?
Para entender a los epicúreos es necesario conocer algunos aspectos sobre ellos. Por ejemplo, se sabe que fueron una de las escuelas helenísticas surgidas en Atenas. El nacimiento de esta escuela fue alrededor del siglo IV a.C, y uno de los temas de su preocupación fue el de la moral y cómo esta afectaba a los hombres.
Los epicúreos trataron de hallar nuevas formas de hacer frente a los miedos de la humanidad –tal como el temor a los dioses y a la muerte- sin que estos fuesen motivos de sufrimiento.
“La muerte no es pues nada para nosotros; mientras estamos aquí nosotros mismos, la muerte no está, y, cuando la muerte está aquí, ya no estamos”.
Epicuro de Samos
Epicuro, el fundador de esta escuela hace énfasis en la necesidad de liberarse de los miedos, incluido el miedo al destino, ya que estos impedían disfrutar la vida.
¿Quién fue Epicuro de Samos y qué propuso?
investigaciones, fue un hombre que empezó a estudiar la filosofía desde los doce años.
Por ello, los autores consideran que, en su infancia, quizá él no se contentó como los otros niños aprendiendo los relatos de poetas, sino que quiso ir más allá.
Este modo de vivir le llevó a ser un gran pensador y más tarde llegaría a afirmar que: “donde exista placer, por el tiempo que dure, no hay ni dolor ni pena”.
“El límite de la grandeza de los placeres es la eliminación de todo dolor”.
En este sentido, los estudios señalan que, la filosofía se convierte en un fármaco para cuidar el alma.
“Que nadie, mientras sea joven, se muestro remiso en filosofar, ni, al llegar a viejo, de filosofar se canse. Porque, para alcanzar la salud del alma, nunca se es demasiado viejo ni demasiado joven».
Epicuro de Samos
El ideal al cual aspiraba Epicuro, y sus seguidores, era al de la ataraxia, entendida como un estado en el que no existe perturbación, sino serenidad.
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Una vez contextualizada la escuela del epicureísmo lo siguiente es conocer estas claves necesarias para comprender su pensamiento y el estilo de vida que proponían.
- Los verdaderos placeres no son los físicos, sino los intelectuales.
- El individuo debe controlar los placeres físicos para no perderse en su búsqueda.
- La filosofía es indispensable para sanar el alma.
- Es necesario liberarse de todo lo que haga peso en el alma.
- El miedo a la muerte carece de sentido.
- No es necesario dejar la vida buscando gloria y honor.
- La felicidad no depende de factores externos.
- El miedo al fracaso no debe existir.
- Saber compartir.
- Cultivar buenas amistades.
Otros puntos clave sobre la filosofía de la felicidad
Para los epicúreos la amistad es importante, esta forma parte de las virtudes que se deben cultivar. En un mundo lleno de dificultades, la amistad es un soporte indiscutible. Es agradable saber que se puede contar con los amigos.
Por esto, la escuela de Epicuro fue un lugar de encuentro para dialogar y disfrutar. Incluso, cuando los amigos buenos ya no están, siempre se podrá contar con recuerdos gozosos.
La mejor fórmula para vivir, de acuerdo a estos pensadores, es la de disfrutar, conocer y compartir.
Se debe disfrutar del placer de tener vida. Es importante conocer porque así podremos discernir lo que es verdaderamente valioso en nuestras vidas.
La amistad es tan importante para nosotros, así como lo es el poder compartir con los amigos los conocimientos.
Por último, tener presente que, la felicidad no es perfecta ni absoluta y por este motivo el hombre debe procurar su deleite con medida.
