Aprende a valorar lo que tienes, según el estoicismo
Vamos a hablar de una técnica estoica para evitar algo muy común. Cuántas veces te ha pasado que echas de menos algo cuando ya lo has perdido o cuando ya es demasiado tarde. Por ejemplo valoramos a nuestra pareja más cuando nos abandona, valoramos más el tiempo cuando tenemos que trabajar mucho y no disponemos de él, valoramos a un ser querido, el tiempo que pasamos con él, ya sea tu padre o tu madre, tu abuelo cuando le perdemos.
Valoramos nuestra salud cuando estamos enfermos y nos diagnostican de una enfermedad que nos limita, y es entonces cuando pensamos: Qué diferente hubiera sido mi vida si me hubiera dado cuenta de lo que tenía antes de perderlo.
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Las enseñanzas de los estoicos
Los estoicos nos enseñaron una técnica que se llama: praemeditatio malorum, que significa algo así como «visualización negativa». Lo que permite esta técnica es que no tengamos que valorar las cosas tarde, que nos adelantemos, las valoremos a tiempo y las podamos gozar, agradecer e incluso potenciar.
Esta técnica nos propone que visualicemos aquello que tememos, aquello que quizá podría ocurrir en el futuro. En el momento en el que entendemos que todo lo que tenemos en nuestra vida es un préstamo, incluso nuestra propia vida, se nos facilita enormemente la comprensión y la valoración de todo lo que poseemos.
El emperador Marco Aurelio decía: Cada vez que beses a tu hijo recuerda que estás besando a un mortal. Esta frase que puede parecer tan catastrofista, nos ayuda a darnos cuenta de que podemos perder aquellas cosas que tenemos y apreciamos. Esta idea nos permite evitar la adaptación hedónica, que no es más que la capacidad de las personas para adaptarse a las circunstancias de la vida, ya sean buenas o malas.
Imagínate que compras un nuevo móvil que hacía tiempo que deseabas, o cambias tu coche por uno más grande y mejor, o te mudas de casa a otra más grande y con más comodidades, o haces un viaje a un lugar de ensueño… Continuamente estamos como pretendiendo esas cosas y cuando por fin las tenemos en nuestro poder, las disfrutamos un breve periodo de tiempo y luego nos acostumbramos a ellas y ya no las valoramos tanto como al principio, ya que las normalizamos.
1. La técnica de la visualización negativa
Las enseñanzas del praemeditatio malorum nos proponen la técnica de la visualización negativa, que utilizan los estoicos para combatir esta sensación de habituamiento, y que consiste en dedicar un tiempo a reflexionar sobre cómo sería nuestra vida si no tuviéramos con nosotros ciertas cosas o personas. Bien sea un ser querido, nuestra propia salud, las cosas a las que otorgamos valor, ya sea un coche, una casa, un trabajo…
Esta técnica consiste en cerrar los ojos para reflexionar y visualizar cómo sería tu vida si alguna de esas cosas que te acompañan durante tu existencia ya no estuvieran contigo. Imagina que ya no está contigo un familiar o un amigo muy querido, o que por algún motivo perdieras tu trabajo e incluso tu casa y no tuvieras dónde vivir.
Después de este periodo de reflexión, es seguro que valorarás mucho más todas aquellas cosas que imaginabas haber perdido. Ya sea tu pareja, tu hogar o un objeto muy preciado. Hay que tener en cuenta que esta meditación no busca generar preocupación, sino todo lo contrario, con la tranquilidad de saber que tenemos todas esas cosas que apreciamos, lo que se propone es una reflexión sobre cómo sería la vida sin ellas para ayudarnos a darnos cuenta de cuánto valoramos todas esas cosas a las que en muchas ocasiones apenas prestamos atención.
2. Reflexionar no es preocuparse
Reflexionar sobre cómo sería mi vida si no tuviera a mi pareja, o a mi amigo, o a mi hijo, o mi trabajo, no quiere decir que me preocupe por ello, simplemente me imagino esa situación y tomo conciencia de lo mucho que valoro esas cosas y de la suerte que tengo de tenerlas.
Lo primero que tenemos que pensar es que todo cuanto nos rodea, incluida nuestra propia existencia, es un préstamo y que por lo tanto es absurdo vivir desde el miedo a perderlo, porque todas esas cosas ya las hemos perdido en algún momento del futuro sin posibilidad de hacer nada por evitarlo.
Toda esta reflexión nos ayuda a darnos cuenta de las muchísimas cosas que tenemos y qué habitualmente normalizamos, y por lo tanto no agradecemos. Así que haz la prueba, cierra los ojos, imagina algo que tienes y que valoras, e imagina tu vida sin ello, como si fuera el último día que puedes disfrutarlo. No hace falta pensar en grandes logros o posesiones, basta pensar en cosas sencillas como tomar un café con un amigo, o en nuestra rutina diaria de entrenamiento, el trabajo que nos aporta un sueldo que permite pagar nuestro hogar… Quizás no es el sueldo que te gustaría, pero te permite vivir cómodamente, imagina que no tuvieras ni siquiera esos ingresos…
3. Valora lo que tienes antes de perderlo
Esta reflexión más allá de llevarnos a la preocupación nos puede aportar más que la adaptación hedónica, nos puede ayudar a prepararnos frente a acontecimientos trágicos, porque si anticipas estos sucesos a través de la reflexión, te estás preparando para reaccionar adecuadamente cuando llegue ese momento.
No son las cosas que nos pasan las que nos dan la felicidad, sino nuestra habilidad para reaccionar a ellas. Reflexionar sobre lo que puede ocurrir en negativo más allá de preocuparnos nos prepara.
Utiliza esta técnica para aprender a valorar tu salud, tu familia, tus amigos y en general todas aquellas cosas que te rodean, que valoras y que mejoran tu vida. Visualiza su pérdida hoy mismo, antes de perderlas realmente, y aprende a valorarlas mediante la técnica de praemeditatio malorum o «visualización negativa».