Cómo suavizar los Ruidos Mentales
Reduciendo la interferencia mental para generar mayor bienestar
El cerebro humano es como una máquina muy refinada y compleja, se asemeja a una central de comando. El pensamiento, es un proceso tan usual, que algunos especialistas afirman que tenemos alrededor de 70.000 pensamientos al día, luego entonces, la inquietud de la mente suele ser algo muy normal. Gracias a esto, los seres humanos realizamos gran parte de nuestras actividades en “piloto automático”.
El pensamiento nos ayuda también a resolver problemas, a comparar, analizar y hasta a planificar, entre muchas otras cosas más. Sin embargo, la mente tiende a divagar y le gusta ocupar parte de su atención en asuntos que terminan quitándote tiempo y energía, en vez de enfocarte en el cumplimiento de tus sueños y tus metas.
El ruido mental es una especie de diálogo interno y constante que se produce en la mente casi todo el tiempo. Generalmente, no somos conscientes de ello, y en otras ocasiones puede ser más preocupante, pues llega a ser tan habitual que incluso puede distraer nuestra atención de actividades que la requieren en el día a día como en el trabajo y en los estudios.
Es importante diferenciar los ruidos mentales y los acúfenos, éstos últimos, tienen que ver con la sensación auditiva que no está no provocada por un sonido exterior y como consecuencia ocurren lesiones en el oído. Por estar expuestos constantemente a ésta incómoda sensación, se pueden alterar seriamente los ciclos del sueño, la concentración y la vida habitual hasta el punto de causar la depresión y otros padecimientos. Un tratamiento prometedor contempla la parte la médica (otorrinolaringólogo), y la parte psicológica, pues en ésta última, se nos puede ayudar a aprender técnicas para modificar la conducta a voluntad, incluso en momentos en donde experimentamos ansiedad y estrés de manera inevitable.
Sin embargo, los ruidos mentales son más parecidos a un tocadiscos que repite una y otra vez la misma melodía, obligándonos a escucharla sin cesar, a veces son pensamientos o recuerdos positivos. Es bueno que te plantees la siguiente pregunta: ¿Estos pensamientos me generan mayormente armonía y gozo, o están contribuyendo a que incrementen mis sentimientos de amargura, frustración y enojo? Cuando los pensamientos suelen ser negativos, se intensifican éstas emociones, incrementando nuestros niveles de estrés.
La mayoría de las veces no somos conscientes de este ruido mental, porque es un una parte cotidiana y casi inseparable de nuestra vida. No obstante, cuando tenemos que enfocar nuestra mente en una determinada actividad como el trabajo, el estudio, la lectura, la resolución de problemas… Es en ese preciso momento cuando nos percatamos de que realmente estos ruidos mentales actúan a veces como una interferencia dentro de nuestra mente, quitándonos energía y atención, pues nos distraen de nuestros principales objetivos.
¿Qué podemos hacer para suavizar los ruidos mentales?
“Podemos aprender a dirigir nuestra mente, en vez de permitir que ella nos dirija hacia la automatización. La capacidad de recuperar voluntariamente una atención vagabunda, una y otra vez, constituye la raíz misma del juicio, el carácter y la voluntad. Nadie es dueño de sí mismo si no hay dueño. Una educación que mejorase esta capacidad sería una educación para la excelencia”. William James
No tienes que dedicar horas a este tipo de prácticas, a menos que así lo desees. Recuerda que todo gran recorrido comienza con un primer paso. Te propongo que empieces a practicar la atención plena acompañada de respiraciones largas y profundas por tan sólo 1 minuto al día. Puedes hacerlo cuando estás realizando alguna actividad interesante o divertida para ti, cuando admiras un hermoso e inspirador paisaje, cuando te bañas o cuando tú así lo prefieras.
Si deseas tomar el reto de 33 días, puedes ir añadiendo 1 minuto a tu práctica diaria, hasta llegar a un tiempo que sea cómodo para ti, sin que te resulte extenuante. Con pocos minutos al día de la práctica de esta técnica u otra que elijas, pero con determinación y constancia, podrás tener muchos beneficios para tu salud.
La mente tranquila y sosegada nos permite llegar a soluciones más efectivas y convenientes, ya que podemos concentrarnos más en nuestros recursos reales y visualizar las opciones para realizar lo que deseamos, en vez de sólo ver o escuchar pensamientos que nos generan constante preocupación. Cuando no estamos centrados en el presente, existe un ruido mental que nos hace estar como rumiantes, masticando partes, a veces dolorosas de nuestra propia historia.
Para reducir la duración y la agudeza del ruido mental, te dejo unos sencillos consejos que te pueden incluso ayudar a mejorar algunos procesos cognitivos como la memoria, el pensamiento y la atención misma, entre otros:
La meditación es un proceso a través del cual la mente se purifica, se refina y alcanza su máximo potencial. Una vez que logras esto, todo tipo de éxito en la vida es posible. Sin esta capacitación, es más posible que logres tu propia fatalidad y que se repitan patrones viejos de conducta. Yogi Bhajan
Aunque nuestra meditación sea corta, puede ser poderosa, bella, reconfortante y armoniosa como una dulce melodía, en vez de un molesto ruido. Puedes practicar la atención plena en tus momentos de alegría y gozo, como cuando realizas una actividad que realmente disfrutes, como tomar esa aromática taza de café o cuando te percatas de lo hermoso que se ve la puesta de sol que tienes justo frente a tí, como un maravilloso espectáculo. Recuerda que los pensamientos y las emociones van de la mano.
Podemos encontrar paz interior tratando de aquietar nuestra mente por medio de la práctica del silencio, apoyándonos en cualquiera de las técnicas referidas anteriormente o alguna de tu preferencia. Esto te ahorrará una gran cantidad de energía mental y de tiempo, en vez de contribuir al estrés crónico y a sus efectos tan perjudiciales en nuestra salud. De ésta manera, podrás centrar más tu atención en los aspectos que son importantes, esto no te hará una persona pasiva, pero sí más asertiva, pues cuando la mente está en quietud y calma: la ansiedad, los miedos, el nerviosismo, la impaciencia y muchas preocupaciones se desvanecen, al menos por algún tiempo y tenemos quietud en nuestra mente y mayor claridad.