Confianza y seguridad en uno mismo, la clave del atractivo personal
Por qué nos atraen las personas seguras de sí mismas
Seguro que tú también te has dado cuenta de que hay personas que, pese a que no son especialmente atractivas físicamente, tienen un “algo” que nos hace fijarnos especialmente en ellas.
Ese algo se puede llamar de muchas formas. Para algunos es encanto, para otros es embrujo, para otros es carisma. La palabra que utilicemos es lo de menos, porque todas ellas hacen referencia a lo mismo: La seguridad que esa persona tiene en sí misma y en sus capacidades.
Este tipo de personas se aceptan y aman a sí mismas tal y como son, sin necesidad de querer emular a otros y sin necesidad de tratar de ocultar defectos.
Esta seguridad en sí mismos, hace que quienes se sienten así de bien consigo mismos tengan menos miedo a salir de su zona de confort, y esta especie de “inconsciencia segura de sí misma” tiene un magnetismo natural que hace que la gente se acerque.
La diferencia entre la autoconfianza y la vanidad
Sin embargo, pese a lo anteriormente dicho, es importante que la autoconfianza y la seguridad en uno mismo no se confunda con la vanidad.
La vanidad, de hecho, aparece cuando falta la autoestima y la confianza en uno mismo. Es una forma de “tapar” las inseguridades bajo una coraza de autosuficiencia. Pero rara vez la vanidad puede llegar a competir con la autoconfianza.
Es por ello que las personas que son vanidosas rara vez caen bien, pero las personas que tienen seguridad en sí mismas siempre son bien recibidas y, como decimos, resultan atractivas a los demás.
Y es que, en realidad, la vanidad es una muy pobre imitación de la autoconfianza. Mientras que la persona segura de sí misma toma decisiones, la persona con vanidad se deja llevar, para no asumir responsabilidades.
Si esas decisiones salen bien, la persona segura de sí misma lo asume con normalidad y humildad, mientras que la persona con vanidad intentará atribuirse el mérito. Y, si esas decisiones salen mal, la persona vanidosa dirá que él no tomó la decisión, mientras que la persona con autoconfianza asumirá el error y sus consecuencias.
Del mismo modo, la persona que tiene confianza en sí mismo no tiene problemas en aceptar una cierta porción de riesgo, porque tiene fe en sí mismo. Sin embargo, la persona vanidosa rara vez hace esto, porque, en realidad, no confía en sí mismo.
Y, por supuesto, cuando ambos están en silencio, es cuando más se notan las diferencias. La persona que es segura de sí misma se puede detectar sin necesidad de que abra la boca, cosa que no sucede con la persona vanidosa.
¿Por qué? Por el lenguaje corporal. Los vanidosos sonríen menos y tienen una postura más “achicada” (pese a que intenten falsearla), mientras que las personas con seguridad en sí mismas sonríen y se muestran abiertamente, con la postura erguida y tranquilidad.
¿Cómo ganar seguridad en ti mismo y ser más atractivo?
Veamos ahora algunas claves para ganar seguridad en ti mismo y resultar más atractivo a las demás personas. Pero, recuerda, al final, todo esto es una cuestión mental y emocional. A la vez que sigues estos consejos, tendrás que resolver tus problemas.
Vigila tus pensamientos
Las personas producimos más de 50.000 pensamientos al día y más o menos la mitad son negativos. Estos pensamientos negativos suelen cumplir la función de avisarnos de peligros, pero lo cierto es que rara vez tienen fundamento en las sociedades actuales.
Las personas con seguridad en sí mismas dominan estos pensamientos negativos y los eliminan. Especialmente, hay que ser capaz de parar los pensamientos negativos que tienen que ver con nosotros mismos, porque afectarán negativamente a nuestra autoestima.
Controla tus emociones
Las personas con seguridad en sí mismas controlan sus emociones y no dejan que éstas les controlen. Pensar con el corazón no es una buena idea si lo que quieres es dominar lo que sucede a tu alrededor, así que trata de mantenerte frío en situaciones donde otros pierden los estribos.
Cuida tu postura corporal de forma consciente
Hay estudios que han demostrado que mostrar una postura corporal de triunfo conduce a tener niveles hormonales más relacionados con el triunfo, el bienestar y la seguridad en uno mismo.
Por lo tanto, puedes engañar a tu cerebro adoptando una postura corporal ganadora en lugar de dejarte llevar por la negativa.
Como puedes ver, el hecho de tener confianza y seguridad en uno mismo hace que las demás personas nos vean como más atractivos. Al fin y al cabo, tener al lado a alguien resolutivo y que es capaz de gestionar situaciones difíciles, a largo plazo, es mejor que tener una cara bonita.