Consejos para desarrollar la Inteligencia Emocional
¿Qué es la Inteligencia Emocional?
La Inteligencia Emocional es un término que popularizó el psicólogo estadounidense Daniel Goleman a mediados de los años 90. Se define como la capacidad para reconocer y gestionar los sentimientos y emociones propias y los de los demás. En su libro Inteligencia Emocional demuestra, mediante estudios científicos, que para tener una vida más plena (tanto desde el punto de vista personal, como social, laboral y económico), es más determinante tener una buena inteligencia emocional que uno alto cociente de inteligencia académica.
Demuestran una alta capacidad para comprometerse con las causas y las personas, adoptar responsabilidades y mantener una visión ética de la vida. Son cordiales y afables en sus relaciones, así como espontáneas y abiertas en las experiencias sensuales. Tienen una vida emocional rica y adaptada, y se sienten a gusto con ellos mismos y con las personas que los rodean. Además, son personas poco predispuestas a pensar sus preocupaciones diarias.
La Inteligencia Emocional se puede desarrollar si sabemos cómo hacerlo. A continuación os presentamos algunos consejos para lograrlo:
1. Aprende a reconocer tus emociones
Las emociones básicas son: el miedo, la sorpresa, la aversión, la ira, la alegría y la tristeza. Pero podemos experimentar muchas más secundarias. El mapa emocional humano es extraordinariamente rico. Reconocer la emoción que sentimos es básico para saber gestionarla de forma inteligente y evitar que provoque una conducta inadecuada.
2. Mantén cierto control sobre tus emociones
Permitir que las emociones nos desborden también puede ser contraproducente. Dificulta nuestra relación con los demás y nos causa un gran malestar a nosotros mismos.
3. Trata de entender las emociones de los demás
Un cierto grado de empatía es necesario para tener una buena Inteligencia Emocional. Las acciones de los demás también se basan en sus emociones. Tratar de entenderlas nos permite juzgar sus actos con más justicias benevolencia, y evita malos entendidos.
4. Expresa tus emociones y sentimientos
Expresar las emociones positivas nos acerca a los demás. Expresar las emociones negativas de forma adecuada impide que se alejen. Siempre es preferible expresarlas en primera persona. Es menos agresivo decir «lo siento lo que me has dicho» que decir «siempre dices las cosas de malas maneras».
5. No te reprimas en exceso
Podría terminar somatizando el malestar emocional y desarrollar algún trastorno físico o psicológico. Todo se puede decir si se hace de la forma adecuada.
6. Disfruta de las emociones positivas
Alegría, amor, felicidad, complicidad… los seres humanos tenemos una gran capacidad para sentir emociones positivas. Disfrutémoslas en el mismo momento. La vida ya es bastante complicada como para que encima nos limitemos a centremos sólo en las emociones negativas.
7. Da afecto
Querer de forma generosa, sin ánimo posesivo, nos hace felices a nosotros ya las personas queridas. No olvides que obtenemos lo que sembramos. Siembra afecto entre las personas que te rodean y te será devuelto.
8. ¡¡Ríe!!
Está demostrado que la risa mejora de forma extraordinaria el estado de ánimo, es un buen antídoto contra la depresión y mejora nuestra vida social. Trata de acercarte a las personas alegres y divertidas, haz bromas, mira alguna comedia en la televisión. Cualquier excusa es buena para hacer una buena carcajada.