Cumplidos: cómo hacerlos y recibirlos

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Vivimos en una sociedad que suele destacar nuestros aspectos negativos en lugar de los positivos. El refuerzo positivo suele dejar paso al castigo. En lugar de comunicar aquello que nos gusta de los demás, tendemos a remarcar lo que no nos gusta o lo que creemos que han hecho mal. Esto llega hasta tal punto que a muchas personas les cuesta aceptar cumplidos. En muchas ocasiones el sentimiento es de incomodidad, de incredulidad… «¿Por qué me dicen esto a mí?».

De la misma forma que aceptar cumplidos puede ser un tanto complicado, hacerlos no corre una suerte diferente. Destacar un aspecto positivo de otra persona también puede suponer un bloqueo. Por una parte, si no estamos acostumbrados a ello podemos no caer en hacerlos. Por otro lado, si no hemos hecho cumplidos, pueden abordarnos cuestiones como: «¿estaré fuera de lugar», «¿le sentará mal?», «¿sonará auténtico?»

«No tenemos por qué perpetuar lo negativo sólo porque sea habitual; podemos aprender a cambiar». -María Nieves Vera-

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A lo largo de este artículo, se indagará en el concepto de cumplido, los diferentes tipos y sus características. También se abordarán las ventajas de hacer cumplidos y de aceptarlos. Por último, se ofrecerán diferentes estrategias para hacerlos y cómo aceptarlos.

Contenido

¿Qué son los cumplidos?

Como destaca Sergio Lopera (2014): «los cumplidos son actos de habla expresivos que tienen como fin no solo demostrar un comportamiento cortés, sino también para indicar que hay una valoración de opiniones de solidaridad conjuntas«. En otras palabras, es una forma de resaltar algo positivo de la otra persona. Lopera señala que existen diferentes tipos de cumplidos entre los que encontramos aquellos que se centran en:

  • Apariencia. El emisor expresa algo positivo sobre el físico de la otra persona: «¡Qué bien te queda ese peinado!».
  • Posesión. Expresamos nuestro agrado por algo que posee la otra persona: «¡Qué coche tan bonito te has comprado!».
  • Habilidad. Destacamos alguna destreza de la otra persona: «¡Se te da genial tu trabajo!».
  • Personalidad. Se remarca un aspecto de la forma de ser de la otra persona que nos gusta: «¡Me encanta que te tomes las cosas de una forma tan calmada!».

Lopera también recoge características sobre los cumplidos:

  • Suelen decirse entre la gente de la misma edad o estatus.
  • Las personas de más de treinta años suelen recibir cumplidos sobre la habilidad. Aquellos menores de treinta años suelen recibirlos sobre la apariencia.
  • Las mujeres suelen hacer y recibir más cumplidos que los hombres.
  • Los cumplidos que hacen las mujeres tienden a centrarse en la apariencia, mientras que los hombres suelen enfocarse en la habilidad y suelen ser más impersonales.

Ventajas de hacer y aceptar cumplidos

Hacer y recibir cumplidos tiene sus ventajas. Las psicólogas María Nieves Vera y Gloria María Roldán (2009), señalan las ventajas tanto de hacerlos como de saber aceptarlos.

Ventajas de hacerlos

  • Nos ayuda a tener amigos. Los cumplidos sirven, entra otras cosas, para profundizar en las relaciones humanas y hacerlas más cálidas y fuertes.
  • A través de los cumplidos hacemos saber a los demás lo que pensamos de ellos.
  • Las conductas que nos gustan de los demás pueden aumentar al haberse visto reforzadas.
  • Nos facilita la comunicación con los demás.
  • Suelen ser recíprocos. Si hacemos un cumplido, en ocasiones, solemos recibirlo de vuelta.
  • Pueden hacernos sentir bien porque nos ayuda a expresar nuestros sentimientos positivos.

Ventajas de aceptarlos

  • Aumenta la probabilidad de que nos hagan cumplidos en un futuro.
  • Nos hace sentir bien y puede aumentar nuestra autoestima.
  • A través de los cumplidos podemos saber lo que a otros les gusta de nosotros.
  • Ayuda a establecer relaciones de amistad.
  • Al aceptar un cumplido, rebajamos la tensión que podría generarse si nos quedamos sin palabras por vergüenza o ansiedad o reaccionamos a la defensiva.
  • Acepamos opiniones positivas en lugar de rechazarla o cuestionarla.
  • Reforzamos a la otra persona por habernos hecho un cumplido.

Cómo hacer y aceptar cumplidos

Las autoras, Vera y Roldán, también exponen cómo hacerlos para que resulten eficaces y no resultemos demasiado petulantes o poco creíbles. Por otro lado, también nos ofrecen algunas estrategias para saber aceptarlos, ya que a tanta gente le cuesta manejar su reacción cuando escucha uno.

Cómo hacerlos

  • Sinceridad. Es importante ser sinceros a la hora de destacar algo que nos guste de la otra persona. Normalmente siempre podemos encontrar algo a destacar.
  • Directo y personalizado. Un aspecto a destacar es que el cumplido debe ser personalizado. Por ejemplo, evitar cumplidos generales como «me gusta la gente que sonríe»; y se recomienda sustituirlo por «me encanta que sonrías tanto».
  • Sin exagerar. Mejor no ser demasiado exagerado. Por ejemplo: «me encanta tu casa, es la casa más bonita que he visto, es preciosa, es genial, qué maravilla…». Corremos el riesgo de perder credibilidad y sonar demasiado petulantes.
  • Dobles mensajes. Existen cumplidos con los que no sabemos si estamos resaltando algo positivo o negativo. Por ejemplo: «qué guapo/a sales en esta foto, no pareces ni tú». Mejor quedarnos en «qué guapo/a sales en esta foto».
  • Lenguaje no verbal. Es importante implicarnos en cumplido de forma no verbal. Si lo hacemos desviando la mirada, demasiado serios y en un tono de voz muy bajo, podemos resultar un tanto desconcertantes.
  • Evitar pedir un favor cuando hacemos un cumplido. Por ejemplo: «Qué apañado eres, todo se te da bien, escucha, ¿podrías hacerme un favor?». Podemos perder toda la credibilidad y podemos condicionar a que la otra persona sepa que queremos algo de él cuando le decimos algo positivo. El doblete cumplido-favor es típico de personas manipuladoras.
  • Usar el nombre. Al hacer un cumplido podemos reforzar su poder haciendo uso del nombre de la persona a la que va dirigida: «¡Qué bien te sienta ese sombrero, María!».
  • Contexto. El contexto es importante. Si hay más gente delante y sabemos que a la otra persona puede incomodarle, mejor dejar el cumplido para cuando estemos a solas. Por ejemplo: «Me ha encantado la exposición de tu trabajo».
  • Ser natural. Es preferible evitar quedarnos callados justo después y mejor seguir hablando con normalidad. Si nos quedamos callados podemos hacer que la otra persona no sepa muy bien qué decir o podemos dar la sensación de que estamos esperando otro cumplido de vuelta.
  • Ser espontáneo. Es recomendable hacer los cumplidos en el momento en que los estamos pensando.

Cómo aceptarlos

  • Aceptación. Antes de rechazarlo, mejor aceptar que es sincero. Si negamos, ignoramos o ponemos en duda el cumplido, de algún modo, estamos menospreciando a la otra persona.
  • Devolverlo, ¿sí o no? Debemos evitar sentirnos en la obligación de devolverlo. Si lo que vamos a decir solo es por quedar bien podemos parecer demasiado forzados. Mejor ser natural y decirlo si tenemos algo qué decir.
  • Evitar presumir. Si alguien nos felicita por un trabajo bien hecho, se recomienda evitar jactarnos, por ejemplo: «Muchas gracias, es verdad, me ha salido genial, no como al resto, que les ha salido regular… es que soy el mejor».
  • Ser agradecido. Es importante ser agradecido pero con un gracias y una sonrisa es suficiente.
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