Efecto Aula, la importancia del ambiente en la educación

Los sesgos cognitivos suelen orientar a la persona a tener ciertos comportamientos o emociones, y a veces esto influye de forma negativa en la memoria o en la cognición de la persona. Sin embargo, en otras ocasiones, tienen efectos positivos en el entorno y en la persona, y tienen algo más de sentido, como es el caso del efecto aula.

Con frecuencia discutimos los cambios recientes en la educación, nuevos enfoques, métodos de enseñanza y trabajo, adaptarnos a las demandas de la sociedad actual y pensar en el futuro. Desde la estimulación temprana, las inteligencias múltiples, el aprendizaje y trabajo cooperativo y el aprendizaje basado en proyectos (PBL). Pero, ¿Qué hay de la importancia del entorno de aprendizaje?, lo que llamaremos efecto aula.

En este artículo veremos detalladamente en qué consiste el efecto aula, además de sus causas e implicaciones en la educación.

¿Qué es el Efecto Aula?

El efecto aula es un sesgo que describe cómo la percepción y comportamiento de los estudiantes pueden ser influenciados por el entorno físico y social del aula, así como por las expectativas y preconcepciones de los profesores y compañeros.

Este efecto estudia cómo la disposición del aula, la interacción entre alumnos, y las actitudes del educador hacia los estudiantes afectan el aprendizaje y la evaluación de las capacidades de los estudiantes. Elementos como la disposición de los asientos, la iluminación, y las normas sociales pueden distorsionar tanto el rendimiento académico como la participación de los estudiantes, reflejando que no solo las habilidades individuales, sino también el contexto aulico determinan los resultados educativos.

De alguna forma, implica que el entorno educativo, que incluye la calidad de la enseñanza y el aula, puede tener un impacto significativo en el rendimiento y la retención de la memoria de los estudiantes. Por lo tanto, la memoria y el aprendizaje pueden mejorarse en un entorno positivo y estimulante o, lo que es lo mismo, una proporción del óptimo rendimiento de los estudiantes se debe a un buen entorno y un buen profesor en lugar de a factores individuales. El impacto cognitivo en la memoria es positivo en este caso.

Este efecto, llamado efecto aula, implica que el entorno educativo, que incluye la calidad de la enseñanza y el aula, puede tener un impacto significativo en el rendimiento y la retención de la memoria de los estudiantes

En realidad, esto no es algo extraño ni innovador. Cuando una persona se siente acogida en un entorno, se siente más receptiva y dispuesta a participar para mantener esa sensación. Por lo tanto, debemos intentar decorar el salón de clases para que los estudiantes se sientan involucrados si se tiene la oportunidad, teniendo en cuenta el efecto aula como algo importante.

Muchas veces olvidamos lo importante que es y el papel que juega el espacio para el alumno; un lugar donde los niños pequeños, y no solamente los pequeños, pasan la mayor parte del día; un lugar donde se desarrollan como personas y se preparan para el futuro cada año, además de relacionarse con muchas otras personas.

Implicaciones del efecto aula y cómo evitarlo

Como es de esperar, la principal implicación del efecto aula es que, si los niños se encuentran en aulas poco decorados, incómodos y que no tengan nada interesante, su rendimiento y comodidad será inferior. Por el contrario, conseguir crear un espacio cómodo para todos que sea bonito y se sienta como un hogar hará que los alumnos tengan mejor rendimiento y mejor estado de ánimo.

Algunos de los aspectos importantes del aula para, precisamente, evitar el efecto aula y conseguir crear un buen ambiente educativo, son los siguientes (Cervini, 2006):

• Un lugar cálido y acogedor: el aula es principalmente un lugar donde las personas se encuentran y establecen relaciones, donde se forman las primeras amistades y se aprende a vivir en sociedad. Por lo tanto, es un lugar donde los niños deben sentirse cómodos y a gusto. Un espacio grande con áreas para aprender, descansar, comer algo o simplemente leer un libro. El aula debe ser principalmente polivalente, flexible y cómoda.
• Funcional para todos: el maestro debe tener la capacidad de crear las actividades y programas con los materiales adecuados, así como en un entorno y mobiliario adecuados. Aunque la pizarra tradicional es útil, ¿Qué pasaría si todas las paredes fueran pizarra? Se necesitan grandes espacios para dibujar, «ensuciar sin miedo», hacer talleres, pintar y expresarse de una variedad de maneras.
• Que tenga una personalidad distintiva: el aula debe diseñarse y decorar según las preferencias de sus usuarios para evitar el efecto negativo del efecto aula. Cuando decoramos nuestra casa, incluimos imágenes de nuestra familia, trofeos y conchitas que recolectamos en la playa durante el verano. Todo eso nos hace sentir bien y nos deja recuerdos positivos. Los estudiantes deben hacer del espacio «su espacio», por lo que cada clase debe ser única y reflejar a quienes lo utilizan diariamente.
• Un aula dinámica y estimulante: el aula no debería ser un espacio fijo; debería ser lo más dinámico posible. Muchas cosas se aprenden y ocurren durante un curso escolar, y todo eso debe reflejarse en el entorno. Es esencial aprovechar al máximo el espacio: «En el techo se encuentran las figuras del taller de la semana pasada, en la puerta se encuentran las rúbricas para la dinámica de esta semana y en la pared de la derecha se encuentran las exposiciones que realizamos ayer». El mobiliario es un elemento clave en este momento, ya que si está bien seleccionado, contribuye a la organización y dinamismo del aula.
• Buena iluminación y acústica: los materiales, la iluminación y las texturas y los colores juegan un papel importante en el desarrollo de las actividades. Es importante maximizar la entrada de luz solar y tener especial cuidado con la luz artificial para que nos ayude a ver bien, concentrarnos y estar felices; en cualquier caso, debemos evitar la falta de claridad o los reflejos molestos. Por otra parte, se deben utilizar materiales absorbentes para mejorar la acústica y los colores para definir diferentes espacios.