El Efecto Positivo, recordamos mejor lo bueno de quienes nos agradan
Un sesgo cognitivo que puede mejorar o desvirtuar las llamadas o peticiones a la memoria se conoce como sesgo de memoria. El sesgo en la memoria puede alterar lo que recordamos y hacernos notificar a los demás de hechos erróneos. Uno de los ejemplos más interesantes es el efecto positivo.
En este artículo veremos detalladamente en qué consiste el sesgo de efecto positivo, además de sus principales implicaciones.
Contenido
¿Qué es el sesgo de efecto positivo?
La Psicología es una disciplina que a menudo nos ayuda a comprender cómo nuestra mente procesa la información y cómo esto afecta cómo vemos nuestro entorno. Uno de estos conceptos es el sesgo del efecto positivo, que se refiere a la tendencia que tenemos a enfocarnos y recordar más fácilmente las experiencias, eventos o información positivas de las personas que nos gustan, en comparación con las negativas.
En otras palabras, somos más propensos a recordar de manera más favorable y detallada las acciones positivas de las personas que nos agradan. De este modo, a menudo atribuimos o recordamos comportamientos positivos inherentes a las personas que nos gustan y nos caen bien, aunque no siempre seamos objetivos con ello.
La tendencia de algunas personas de atribuir o recordar comportamientos positivos a las personas que les gustan se conoce como «sesgo de efecto positivo».
Es importante recordar que nuestro cerebro se ha desarrollado para soportar el cambio y la innovación como respuesta a una necesidad evolutiva y de supervivencia. Busca atajos en su complejidad para adaptarse mejor al mundo. Para ello, el ser humano ha sido mucho más efectivo que esperar a utilizar la razón y el análisis para actuar y tomar decisiones rápidamente en situaciones urgentes, lo que conforman sesgos como el efecto positivo.
Por ello, al igual que ocurre con los heurísticos, sesgos como el de efecto positivo conforman también una necesidad inherente al ser humano para hacer simplificaciones facilitadoras y evitar todo lo posible el sufrimiento, el estrés y el pensar de más a través de la rumiación.
Implicaciones del efecto positivo
El sesgo de efecto positivo es uno de los sesgos más difíciles de identificar y eliminar cuando es necesario, especialmente porque no siempre es necesario quitarlo de nuestro proceso de pensamiento. La tarea consiste en aprender a distinguir cuándo esos pensamientos e inferencias son beneficiosos y cuándo pueden ser más perjudiciales que positivos.
Este sesgo puede traernos serios problemas en situaciones de peligro, como en los casos de violencia sexista, en relaciones tóxicas o en interacciones sociales que puedan conllevar algún tipo de peligro. En el lado opuesto, este efecto puede ser útil para reducir el estrés y construir un estado mental que nos permita superar retos y mejorar en las relaciones interpersonales.
También puede generarnos problemas porque tendemos a evitar o minimizar ciertas experiencias negativas, lo que puede resultar en una falta de habilidades para lidiar con el rechazo interpersonal, la frustración o incluso los celos.
Sin embargo, también hemos de tener en cuenta que esto puede alterar la memoria ayudando a fortalecer las relaciones. Esto nos muestra que, aunque muchos sesgos puedan tener efectos contraproducentes en nuestro procesamiento de la información, también tiene efectos positivos.