El remordimiento, por qué nos afecta tanto
Qué es el remordimiento
Lo primero para entender mejor por qué surge el remordimiento es entender bien este concepto. Se trata de un sentimiento de culpabilidad que tiene una persona por algo que ha hecho y que la intranquiliza. Es decir, la persona pierde lo que se conoce como paz interior.
El remordimiento de conciencia, como suele decirse, es un sentimiento que está muy relacionado con la culpa. El remordimiento es un sentimiento que nos puede acompañar durante mucho tiempo y hacernos mucho daño a nivel mental y psicológico.
Estos remordimientos pueden acompañarnos a lo largo de años, incluso el resto de nuestra vida si no enfrentamos el hecho que los provocó y nos perdonamos por él. Parece algo sencillo y lógico a simple vista, pero evidentemente, para la persona que experimenta esa culpa no es tan sencillo deshacerse de ella.
Pero, ¿por qué no somos capaces de superar el remordimiento? Hay que destacar que el remordimiento es algo muy personal. Cada persona lo experimenta en función de sus creencias, educación y, en definitiva, según su propia ética.
Esto se traduce en que cada persona tiene su propio concepto sobre qué es lo incorrecto. Por lo tanto, no todo el mundo siente remordimientos ante los mismos actos, al igual que hay personas que sencillamente, no lo sienten. Aquí entra en juego un concepto muy utilizado en psicología: la coherencia emocional. Esto no es más que intentar actuar siempre conforme a nuestros propios valores, sabiendo y conociendo cuáles son las cosas que nos hacen sentir mal.
De este modo evitaremos en gran medida sentir remordimientos, pues al estar convencidos de que actuamos como debemos, incluso si algo no sale bien, tendremos el consuelo de haberlo decidido conforma a nuestros valores.
Esta es una de las mejores vías para evitar que aparezca este desagradable sentimiento. Para ello es necesario conocernos a nosotros mismos y saber dónde están nuestros límites, para lo cual la experiencia siempre es un grado.
Cómo superar el remordimiento
Como decimos, la experiencia nos será de gran ayuda para conocernos y evitar sentir remordimientos. O incluso si ya los sentimos, nos ayudará a superarlos. Por lo tanto, debemos valorar esta experiencia en positivo y aprender de ella para evitar que nos afecte en el futuro.
Para superar el remordimiento es necesario entendernos a nosotros mismos y saber por qué hemos actuado de dicha forma. Esto es importante, ya que a veces somos nuestros peores jueces y utilizamos una vara de medir que no siempre aplicamos a otras personas.
Aquí entra en juego el perdón, un acto humano que supone sincerarnos con nosotros mismos y con las personas a las que hemos dañado. De esta forma mostramos nuestro arrepentimiento por algo que hemos hecho.
En algunos casos esto puede suponer empezar de nuevo con esa persona o, en el peor de los casos, quedar en paz con ella para seguir nuestro camino sin ella. Una vez hecho el daño hay que entender que no se puede volver atrás, así que lo más inteligente es aceptar las emociones que sentimos y poner en paz nuestro mundo interior.
Otra de las claves, muy relacionado con esto, es relativizar. Precisamente porque somos nuestros peores jueces a veces magnificamos lo que hemos hecho y le damos una dimensión que, en realidad, no la tiene.
Piensa si en realidad lo que has hecho es tan grave. Para ello puedes desplazarte mentalmente en el tiempo y verlo desde el futuro. ¿Realmente verías eso que ahora ves como algo tan grave como para tener esa sensación tan negativa?
Otro truco para ver con perspectiva la dimensión de lo que hemos hecho y redimirnos de la culpa es ser conscientes de que estamos juzgando los hechos con una información que no poseíamos en el momento de la acción que produjo el daño.
Asimismo, piensa también que los errores son parte de la vida y que tenemos que cometerlos para aprender y avanzar. Se trata de un medio de aprendizaje y de conocimiento sin el cual es imposible que aprendamos y que evolucionemos en la vida. Es parte del proceso de madurez de toda persona.
No por ello tenemos que cargar con el peso de la responsabilidad y de la culpa eternamente. Es normal que infrinjamos daño en otras personas por circunstancias concretas, al igual que nosotros mismos experimentaremos eso mismo.
Así que ya sabes, el remordimiento es un sentimiento muy negativo que puede hacerte mucho daño. Para seguir adelante es necesario dejar esta culpa atrás y superarlo.