¿En qué consiste el Sesgo de Elección Comprensiva?
Un sesgo de memoria es cuando cometemos errores sistemáticos al recordar eventos o experiencias pasadas debido a cómo procesamos y almacenamos información. Este tipo de sesgo puede afectar de manera positiva o negativa la forma en que recordamos las cosas, lo cual puede llevar a comportamientos o juicios basados en recuerdos inexactos. Un ejemplo de esto es el «sesgo de elección comprensiva», que se refiere a la tendencia de recordar mejor aquellas opciones que elegimos en comparación con las que descartamos, lo que puede hacernos creer que nuestras decisiones pasadas fueron más acertadas de lo que realmente fueron.
¿Qué es el sesgo de Elección Comprensiva?
El «Sesgo de la Elección Comprensiva» es un fenómeno psicológico que nos explica como las personas son más propensas a recordar y valorar positivamente los atributos de las opciones que han seleccionado, mientras que tienden a olvidar o minimizar los aspectos positivos de las alternativas descartadas. Es la tendencia a recordar sus propias decisiones como mejores de lo que realmente fueron. Si optan por rechazar la opción, no pueden recordar tan claramente sus ventajas.
Este sesgo nos avisa de la tendencia que tenemos a recordar decisiones pasadas como mejores de lo que realmente fueron. Es una manera de lidiar con el entorno incierto en el que vivimos sin que las malas decisiones pasadas tengan un impacto excesivo en las decisiones futuras.
El sesgo de elección comprensiva es un error de memoria cuando las personas son más propensas a recordar las cualidades positivas si estas eran parte de una decisión que tomaron y aceptaron que por una que rechazaron
El sesgo de elección comprensiva subraya la compleja relación entre la memoria, la toma de decisiones y el autoconcepto, revelando cómo nuestra psique se esfuerza por mantener una imagen coherente y positiva de nuestras elecciones. Curiosamente, algunos estudios indican que este sesgo es más prevalente en adultos que en jóvenes, lo que sugiere que la experiencia y la edad pueden influir en la manera en que nuestros recuerdos y percepciones se ven afectados por las decisiones previas.
En un experimento llevado a cabo por Kahneman y Tversky, se les preguntó a un grupo de personas qué resultados esperaban que obtuviera el presidente Nixon durante sus visitas a Pekín y Moscú. Se les ofrecía una variedad de opciones, y debían indicar la probabilidad de que estas opciones se les otorgaran. Después de regresar, los investigadores preguntaron a los sujetos en qué medida habían acertado sus predicciones. Los resultados mostraron que la mayoría sobreestimó su nivel de acierto en las decisiones que finalmente tomaron.
Origen y elementos del sesgo de elección comprensiva
El sesgo de elección comprensiva es un término que proviene de la psicología cognitiva, campo de la psicología que estudia los procesos mentales relacionados con el conocimiento (atención, memoria…). La investigación sistemática con este sesgo fue desarrollada por el investigador Baruch Fischhoff en 1975. Durante su investigación y estudios posteriores, se llegó a la conclusión de que este sesgo es más complejo que otros y tiene niveles más profundos que otros.
El sesgo de elección comprensiva es un término que proviene de la psicología cognitiva, campo de la psicología que estudia los procesos mentales relacionados con el conocimiento (atención, memoria…)
Aunque Fischhoff inicialmente lo describió como un conjunto indivisible, más tarde se descubrió que este fenómeno se podía dividir en subcomponentes. Uno de ellos es la sobreestimación de la predicción real de un evento. Un factor adicional es la posibilidad de que este sesgo pueda alterar la memoria precisa de las estimaciones realizadas antes del evento. Es decir, puede alterar el recuerdo que teníamos antes de que ocurriera el evento. Estos dos aspectos mencionados pueden aparecer al mismo tiempo y reforzar el sesgo de la elección comprensiva.
Finalmente, descubrimos una sensación de inevitabilidad después del evento (creer que no podíamos evitarlo cuando ya ha ocurrido). En resumen, podemos decir que el sesgo de elección comprensiva está compuesto por las siguientes cosas:
- Aumento de la sensación de inevitabilidad tras el evento, creer que no se podía evitar.
- Distorsiones de la memoria.
- Mayor impresión de previsibilidad tras el evento, pensar que se podía evitar.
Dos de estos elementos son contradictorios si nos fijamos: uno es la creencia de que el evento no se podía evitar (inevitabilidad), mientras que el otro es la creencia de que se podía prevenir. Esto es posible porque el sesgo de elección comprensiva es un sesgo paradójico y, como sugieren Blank et al. (2008) en una investigación, sus procesos de creación son inconscientes.
Esto podría explicar por qué, después de que ocurra un evento, lo sentimos a la vez como más inevitable pero también menos predecible que antes de que ocurriera. Por este tipo de contradicciones, los sesgos cognitivos suelen ser difíciles de reconocer y comprender, como es el caso, en ocasiones, del sesgo de la elección comprensiva.