Hay personas que no crecen en la adversidad, ¡y no pasa nada!

Hay personas que no crecen en la adversidad y no pasa nada porque cada quien tiene un momento justo para actuar, o dejar de hacer un determinado asunto.

Últimamente, se ha expandido la creencia de que los tiempos difíciles se deben hacer grandes proezas, sin embargo, ¿qué pasa con las personas que no crecen en la adversidad?, ¿son acaso menos valiosas que el resto? La respuesta es un rotundo ¡no!

Cada individuo tiene un momento preciso para crecer y desplegar lo mejor de sus potencialidades. Por otro lado, no todo el tiempo el ser humano debe estar en constante acción; al contrario, hay situaciones en las que el hombre necesita trabajar consigo mismo, desde adentro.

Personas que no crecen en la adversidad

Hoy día se habla bastante de resiliencia, o de sobreponerse a las circunstancias difíciles; se espera que en medio de crisis económicas se abran negocios novedosos, comiencen emprendimientos increíbles o se gane más dinero. Esto podría interpretarse como una muestra de que el ser humano se puede sobreponer ante cualquier obstáculo. Sin embargo, el tiempo no está señalado para todos por igual. Es decir, así como en la naturaleza hay plantas que florecen en invierno, verano u otoño, hay otras que solo lo hacen en la primavera. Y de modo similar ocurre con el hombre.

Cada persona requiere de ciertas condiciones y de un tiempo específico para dejar ver al mundo lo mejor que tienen para ofrecer. No funciona por igual para todos. Esto indica que, si un amigo está consolidando un gran negocio las personas a su alrededor no tienen necesariamente que hacer lo mismo, ya que cada quien requiere de un momento exacto y una preparación previa.

No se debe crecer siguiendo a los demás

Otra idea que tampoco resulta idónea es crecer cuando los demás lo están haciendo, por el solo hecho de cumplir las expectativas de terceros.

En su libro Menos expectativas más felicidad, la autora Bea Sánchez, enfatiza la necesidad de vivir sin esperar cosas de otros, lo cual no implica que se deba vivir sin esperanzas.

En el texto mencionado, la autora también hace notar que todos los seres viven en un espacio de acción limitado, esto quiere decir que, en algunas ocasiones, por mucho que se intente cambiar una situación, simplemente no pasará porque no se puede controlar todo en la vida, ni los hechos, ni a otras personas.

Llevar la vida como los demás esperan que sea también puede desencadenar sentimientos de frustración, tristeza, ansiedad o baja autoestima. Pero, lo más importante que se debe aceptar es que hay personas que no crecen en la adversidad y no pasa nada porque ellas tienen un modo específico para crecer, además de unas condiciones y un tiempo preciso.

Otras formas de crecer

Es posible que al observar a ciertas personas atravesar tiempos difíciles no se les vea abriendo negocios o realizando algún tipo de hazaña empresarial. Y nuevamente, ¡no pasa nada! Esto tampoco quiere decir que esa persona no está creciendo. De hecho, es probable que sí lo esté haciendo, pero a su manera.

Pues, cuando las condiciones sociales o económicas no son las mejores, hay personas que se dedican a crecer interiormente, analizar sus ideas, reflexionar sobre lo que verdaderamente desean, así como reordenar algunos asuntos en sus vidas y esto exige tiempo.

Meditar, conectarse con el espacio interior, analizar la vida propia, alejarse de ciertas personas, cerrar un negocio que provocaba cansancio, entre otras, también son formas de crecer, solo que no forman parte de aquellas que se consideran habituales.

Crecer en las adversidades no implica solo obtener ganancias monetarias; pues, también existen otras formas para autorrealizarse.

Por ejemplo, la meditación, la práctica de mindfullnes, el diálogo interno, entre otras, son también formas para autoconocerse y crecer. Lo ideal es que, ante las situaciones complejas, no se emprendan negocios solo porque otras personas del entorno próximo consideren que este es un tipo de “crecimiento en la adversidad”. Pues, antes de comenzar a emprender es necesario conocerse, descubrir las habilidades desconocidas, los talentos que se tienen y todas las opciones de las que se disponen.

Existen muchos ejercicios para el autoconocimiento, los cuales se pueden hacer a solas o en compañía de un profesional. Todos ellos también forman parte del proceso de crecimiento en la vida.

Siempre hay tiempo para crecer

Lo más importante es que siempre hay momento para crecer, jamás será tarde para comenzar a cumplir un sueño. Así que no pasa nada con las personas que no crecen en la adversidad; quizá, están esperando el mejor momento para hacerlo, o ya pueden estar creciendo a su modo.

El concepto de crecer en la adversidad también responde a creencias íntimas y a formas particulares de ver la vida. No todos deben crecer por igual, ni hacerlo al mismo tiempo. Antes de concluir que hay personas que no crecen en la adversidad, vale observar si no lo están haciendo ya, a su ritmo, a su modo, en su interioridad. Al final, todas las formas son válidas.