La Apnea de Pantalla: cuando las pantallas afectan nuestra respiración y bienestar

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En la era digital actual, donde las pantallas son omnipresentes, un nuevo fenómeno se ha puesto de manifiesto, el conocido como «apnea de pantalla». Se refiere a un fenómeno observado por primera vez por Linda Stone, una ex ejecutiva de Microsoft, en 2008. Stone notó que su respiración se volvía irregular cada vez que se sentaba frente a su computadora. Intrigada, llevó a cabo un estudio informal y descubrió que aproximadamente el 80% de los participantes alteraban o contenían la respiración mientras interactuaban con una pantalla.

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Apnea de Pantalla: un fenómeno silencioso de la era digital

En la era de la conectividad constante, donde las notificaciones suenan a cada momento y las pantallas nos rodean, un fenómeno silencioso ha emergido: la «apnea de pantalla». Esta acción inconsciente, que muchos de nosotros realizamos sin darnos cuenta, consiste en contener la respiración o alterarla al interactuar con dispositivos electrónicos.

Linda Stone, exejecutiva de Microsoft, fue la primera en identificar este fenómeno. Al notar que contenía la respiración cada vez que revisaba sus correos electrónicos, decidió investigar más a fondo. Su estudio reveló que el 80% de los participantes experimentaban esta interrupción en la respiración al conectarse a sus computadoras.

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Con la creciente dependencia de las pantallas en nuestra vida diaria, es probable que este fenómeno haya empeorado. Stephen Porges, profesor de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte, sugiere que la «apnea de pantalla» es una respuesta de nuestro cuerpo al estrés. Al recibir estímulos constantes, como notificaciones, nuestro sistema nervioso busca señales de amenaza, lo que puede llevar a una respiración menos profunda y a una disminución de la frecuencia cardíaca. Esta respuesta es similar a la de un gato que acecha a su presa: justo antes de atacar, se queda inmóvil y su respiración se vuelve superficial. En el contexto humano, un estímulo sorprendente en una pantalla puede ser percibido como la amenaza.

Este estado constante de alerta puede ser agotador. Especialmente en plataformas como Whatsapp, donde las notificaciones son instantáneas y se espera una respuesta rápida, la presión puede ser abrumadora.

Si bien estos reflejos pueden no ser perjudiciales por sí solos, pueden convertirse en un problema cuando se experimentan de forma continua. La constante interacción con pantallas y la sobrecarga de estímulos pueden llevar al sistema nervioso a un «estado crónico de amenaza», lo que resulta en fatiga y agotamiento.

Cómo evitar la apnea de pantalla

Esta tendencia a contener o alterar la respiración mientras interactuamos con dispositivos electrónicos, aunque puede parecer un hábito inofensivo, no lo es tanto, ya que la respiración superficial o interrumpida puede tener consecuencias negativas para nuestra salud a largo plazo. Afortunadamente, hay varias estrategias que podemos adoptar para combatir este fenómeno:

  1. Conciencia respiratoria: La clave para combatir la «apnea de pantalla» es ser consciente de ella. Dedica unos momentos a lo largo del día para hacer un chequeo de tu respiración. Si notas que estás conteniendo la respiración o respirando superficialmente, tómate un momento para corregirlo.
  2. Configura recordatorios: Usa alarmas o aplicaciones de recordatorio para hacer pausas regulares y respirar profundamente. Estos recordatorios pueden ser especialmente útiles si pasas largas horas frente a una pantalla.
  3. Ambiente ergonómico: Asegúrate de que tu espacio de trabajo esté configurado ergonómicamente. Una silla adecuada y una pantalla a la altura de los ojos pueden ayudarte a mantener una postura que facilite una respiración adecuada.
  4. Ejercicios de respiración: Dedica unos minutos al día para practicar ejercicios de respiración. La respiración profunda, la respiración diafragmática y la meditación pueden ser herramientas valiosas.
  5. Limita las notificaciones: Las constantes notificaciones pueden ser una fuente de estrés. Considera desactivar las notificaciones no esenciales para reducir la cantidad de interrupciones y estímulos.
  6. Descansos activos: En lugar de simplemente alejarte de la pantalla, realiza actividades que te ayuden a desconectar y revitalizar, como estiramientos, caminar o incluso ejercicios de relajación.
  7. Practica la monotarea: En lugar de intentar hacer múltiples tareas a la vez, enfócate en una tarea a la vez. Esto reduce la sobrecarga cognitiva y puede ayudar a mantener una respiración más regular.
  8. Educación y concienciación: Informa a otros sobre la «apnea de pantalla». Cuanto más conscientes estemos del problema, más probable será que tomemos medidas para combatirlo.
  9. Establece límites: Dedica ciertos momentos del día para estar libre de pantallas. Esto puede ser durante las comidas, antes de dormir o en momentos específicos que elijas.
  10. Busca alternativas a la pantalla: Considera actividades que no involucren dispositivos electrónicos, como leer un libro impreso, escribir en un diario o hacer manualidades.

Cómo combatir el estrés de la apnea de pantalla

Algunos estudios sugieren que tomar descansos del correo electrónico puede ser beneficioso. Al desconectarse del constante flujo de correos que solicitan nuestra atención, las personas pueden concentrarse mejor en sus tareas, reducir la tendencia a la multitarea y, en última instancia, experimentar menos estrés.

Sin embargo, en un mundo donde la desconexión total no siempre es posible, hay soluciones más inmediatas que podemos adoptar. Una de las más efectivas es utilizar la respiración como herramienta para controlar y reducir el estrés. Aquí hay una guía simple para hacerlo:

  1. Mantener una postura erguida: A menudo nos encogemos frente a nuestros dispositivos. Al enderezarnos, facilitamos una respiración más profunda y completa.
  2. Respiración diafragmática: En lugar de llenar solo la parte superior de nuestros pulmones, debemos intentar distender el abdomen al inhalar, permitiendo que el aire llene la parte baja de los pulmones.
  3. Exhalación completa: Al exhalar, vaciamos completamente los pulmones y retraemos el abdomen.
  4. Establecer un ritmo: Intenta alcanzar un ritmo de seis respiraciones por minuto. Esto significa inspirar durante cinco segundos y exhalar durante cinco segundos.

Estos simples ejercicios de respiración activan el sistema nervioso parasimpático, que es responsable de calmar la respuesta del cuerpo al estrés. Al adoptar estos hábitos, no solo combatimos los efectos negativos de la «apnea de pantalla», sino que también promovemos un bienestar general en nuestra vida diaria.

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