Las 6 dimensiones del Modelo de bienestar de Carol Ryff
El modelo de bienestar de Carol Ryff se puede considerar como precursor de modelos actuales de la Psicología Positiva. Aunque ha transcurrido tiempo, los brillantes aportes de Carol Ryff continúan teniendo relevancia y aplicaciones en la actualidad.
Para Carol Ryff, el bienestar psicológico está anclado a factores no hedónicos, es decir, que el funcionamiento óptimo es el que produce mayores emociones positivas y placer, y no al revés.
El modelo de bienestar de Carol Ryff
En el modelo de bienestar de Carol Ryff, las dimensiones no son predictores de bienestar, sino que cada dimensión es un índice de bienestar per se. Por ello, en este modelo se señalan las consecuencias de mantener niveles óptimos o deficitarios en cada uno de ellos.
Carol Ryff diseñó un cuestionario para evaluar dichas dimensiones. La propia Ryff llegó a señalar que las dimensiones que había elaborado estaban relacionadas con una mayor satisfacción vital y bienestar subjetivo.
Según ella, existen indicadores que son propios de una buena salud física, tal como los niveles reducidos de cortisol, lo cual genera menos estrés; menores niveles de citoquinas, presentes en los procesos inflamatorios crónicos; menor riesgo cardiovascular y una mayor duración del sueño REM, y igual modo se pueden extraer indicadores de una óptima salud mental.
Cuando se habla de bienestar psicológico se hace referencia a un constructo amplio en el que se incluyen diferentes dimensiones, tales como las sociales, las personales y las psicológicas, además de comportamientos asociados a la salud en general que conducen a las personas a funcionar de manera positiva. Esto también se relaciona con la manera en la cual las personas afrontan a diario los retos que se encuentran en sus vidas, aprendiendo de ellos y anclando su existencia a un sentido de la vida.
El modelo de bienestar de Carol Ryff se puede aplicar en diferentes contextos y poblaciones, de modo que muchas personas podrían alcanzar bienestar psicológico, capacidad de emprendimiento y satisfacción con la vida.
De igual modo, tal como señala Carrasco en su estudio sobre el bienestar psicológico, el modelo de bienestar de Carol Ryff es ideal para tratar con adolescentes, pues les facilitaría la búsqueda del significado de la vida, así como una dirección que les permita alcanzar su verdadero potencial.
Las dimensiones del modelo de bienestar de Carol Ryff
El modelo de bienestar de Carol Ryff está conformado por seis dimensiones, así como por su respectiva escala para hacer las mediciones.
Las dimensiones son las siguientes:
- Autoaceptación: esto es importante para el funcionamiento positivo. Quienes tienen una alta autoaceptación se caracterizan por una actitud positiva hacia sí mismas, aceptando los diferentes aspectos de su personalidad, incluidos los negativos, sintiéndose bien incluso con su pasado. En cambio, las personas que tienen una autoaceptación baja, se sienten insatisfechas consigo mismas y decepcionadas con su pasado.
- Relaciones positivas: está relacionado con las relaciones de calidad que se tienen con los demás, gente a quien se puede amar y con quien se puede contar. De acuerdo con Ryff, la soledad y el aislamiento social incrementan las probabilidades de sufrir enfermedades y disminuyen la esperanza de vida. Pero, las personas con puntuaciones altas en esta dimensión tienen relaciones satisfactorias, cálidas y de confianza; además, se preocupan por el bienestar de los demás y sienten empatía, intimidad y amor, entendiendo el proceso de dar y recibir. Quienes obtienen puntuaciones bajas, no tienen relaciones cercanas y tienen dificultad para ser abiertos, cálidos y preocuparse por otros.
- Propósito en la vida: es importante que la vida de una persona tenga un propósito y un sentido. Las personas necesitan vivir en función a objetivos y metas. De hecho, quienes obtienen puntuaciones altas en esta dimensión, siguen sueños, metas, objetivos y sienten que su vida se dirige hacia alguna parte; además consideran que su presente y su pasado no carecen de significado, sino que conservan creencias que le dan un sentido a su vida. Por el contrario, quienes tienen puntuaciones bajas sienten que sus vidas no tienen sentido y que no van a ningún lado, no tienen creencias que generen sentido a sus vidas, también tienen pocas metas.
- Crecimiento personal: esto consiste en sacar el mayor provecho de los talentos y habilidades, haciendo uso para ello de todas las capacidades y potencialidades. Es lo que permite que una persona crezca en medio de las dificultades. Quienes obtienen puntuaciones altas sienten que están en un crecimiento continuo y abiertos a nuevas experiencias, deseando desarrollar su potencial. Quienes puntúan bajo se sienten atascados, sin sentir que mejoran, se sienten aburridos y con poca motivación, incapaces de desarrollar nuevos comportamientos y habilidades.
- Autonomía: es la sensación de elegir por sí mismo, tomar sus propias decisiones, incluso si estas van en contra de la opinión de la mayoría. Quienes tienen autonomía pueden resistir a la presión social y regular sus comportamientos. Son más independientes y no se dejan dirigir fácilmente por otros. En cambio, quienes tienen baja autonomía se preocupan por las expectativas de los demás y se dejan influir por otros. Deciden con base a la opinión de terceros.
- Dominio del entorno: se refiere al manejo de las oportunidades y exigencias del ambiente para satisfacer las capacidades y necesidades. Quienes tienen un alto autodominio del entorno sienten mayor control sobre el mundo y se sienten capaces de influir en su ambiente. Quienes tienen un bajo dominio suelen tener dificultades para manejar los asuntos de la vida diaria y se sienten incapaces de cambiar o mejorar su entorno.
Además de estas dimensiones del modelo de bienestar de Carol Ryff, es importante destacar que el concepto de bienestar puede cambiar de una cultura a otra.
Por ejemplo, en Occidente se espera que las personas sientan y expresen sus emociones y que estas sean mayormente positivas. Pero en culturas como la de Japón, por ejemplo, tanto las emociones negativas como las positivas son válidas y no se espera a que las personas sientan más emociones positivas que negativas, sino que se les enseña a que las emociones son como hebras de una cuerda y que están tejidas.
Por eso, según Carol Ryff, en Japón hay una mejor salud que en Estados Unidos, por ejemplo, donde se espera que primen las emociones positivas y las negativas sean reprimidas. En Estados Unidos, las emociones negativas están asociadas a una peor salud, indicando con ello que el modo de expresar las emociones es relevante para alcanzar el bienestar psicológico.