Llegar a la mediana edad y no morir en el intento
El niño es realista; el muchacho, idealista; el hombre, escéptico, y el viejo, místico. Goethe
Cada una de las etapas que se viven en la vida, presenta aspectos positivos y negativos a saber. Si se considera de manera holística la salud de las personas, un estado óptimo de salud, no solo es la ausencia de enfermedad, sino también un equilibrio emocional y un ambiente saludable.
A continuación, se presentan algunos aspectos generales relacionados con esta etapa de la vida que incluyen: lo físico, lo cognitivo y lo social.
Algunas personas de edad media pueden correr maratones; otras se quedan sin aire al subir escaleras empinadas. Unos tienen memoria más aguda; otros sienten que su memoria comienza a flaquear. Lo que hagan las personas y cómo vivan está muy relacionado con la forma en que envejecen. La mediana edad puede ser una época, no de declive y mengua, sino también de dominio, capacidad y crecimiento (Papalia & Martorell, pág. 442, 2017).
Contenido
El desarrollo físico de la madurez
El Alzheimer borra la memoria, no los sentimientos. Pascual Maragall
Existen al menos dos aspectos considerados inicialmente para este apartado.
1) La madurez media va de los 40 a los 65 años, siendo ésta una definición arbitraria y por lo tanto subjetiva. En los últimos años algunos autores afirman que empieza a los 55 años.
2) Y es un constructo social que, como todas las etapas de la vida, se vive con singularidad, esto es, sí existen referentes generales para cada persona como adulto, pero cada uno de ellos la vive de forma única y diferente.
Es una época de pérdidas, pero también de ganancias. La llegada a esta etapa, se vive como consecuencia de los cuidados que se hayan tenido en las etapas previas, pero también desafortunadamente se vive con pérdidas físicas, como las asociadas a las enfermedades o accidentes previos.
Un aspecto importante es que la energía dedicada en lo positivo a realizar actividades de crecimiento, se refleja en la resiliencia, capacidad de crecer en la adversidad. Spirduso & McRae (1990), lo mencionan de la siguiente forma: “Las personas que desarrollan gran actividad desde edades tempranas cosechan los beneficios de tener más vigor y resiliencia después de los 60” (Spirduso & McRae, citado en Sandoval, 2018). Por el contrario, quienes vivieron una vida más sedentaria, llegarán con menos energía y mayor deterioro físico.
Dificultades sensorio-motrices
En el funcionamiento sensorial y psicomotriz, se presentan diversos tipos de problemas: auditivos (p.e.: presbiacusia, pérdida gradual del oído), miopía o presbicia, y muy probablemente necesitaran el apoyo de exámenes y lentes o aparatos para mejorar la audición.
Un mecanismo natural se presentará en esta fase y tiene que ver con dichos populares: lo que no se usa, se pierde. Esto, no solo sucede con la poda neuronal experimentada en la adolescencia, sino también en se da en la parte motriz, cognitiva y social, de la adultez desafortunadamente.
Sexualidad en la madurez: menopausia y andropausia
Es “normal” para las mujeres pasar por una alteración hormonal y se presenta el cese de la regla con la menopausia (baja de estrógeno y progesterona) con sus síntomas asociados; bochornos y resequedad vaginal entre otros y en los hombres se presenta la andropausia con una baja en el deseo sexual, asociada a una baja de testosterona.
La calidad de las relaciones sexuales pueda mantenerse estable, si las relaciones han sido frecuentes, de buena calidad y estables. También se puede tratar con medicamentos si fuera necesario.
Existen otra serie de eventos que disminuyen el deseo y la excitación sexual en hombres y mujeres como el consumo de tabaco, alcohol o problemas metabólicos como sucede con la diabetes o problemas relacionados con la circulación sanguínea. Luego entonces, no solo se deben a la disminución de la testosterona.
Después de la menopausia las mujeres tienen más riesgos de padecer: osteoporosis, cáncer de mama y enfermedades cardíacas.
Salud y nivel socioeconómico
Los problemas físicos a esta edad, están también asociados a un nivel socioeconómico bajo, a malos hábitos alimenticios, al estrés (cuando los telómeros de las cadenas de ADN se acortan la reproducción celular se vuelve más ineficiente y el sistema inmunológico se deprime), a la falta de una atención médica preventiva y a la comorbilidad de otras enfermedades ya existentes.
Un elemento muy importante es el mal manejo de las emociones. Cuerpo y mente están relacionados, generalmente las emociones negativas producen cortisol (la hormona del estrés y las personas pueden enfermar física y emocionalmente), afortunadamente como factor de protección, las emociones positivas neutralizan el efecto corrosivo del estrés. Experimentar emociones positivas es también un factor protector contra las enfermedades.
Por otro lado, existen varios factores estresantes presentes en esta edad: la preocupación por la salud y el envejecimiento. Y otros relacionados con problemas familiares, el trabajo, el dinero y la vivienda.
La actividad física a la mitad de la vida, es un factor de protección importante, en particular si se considera el deterioro cardiovascular abrupto después de los 45 años. La actividad física aumenta las probabilidades de conservar la movilidad en la vejez.
Aquellos adultos que practican actividad física de manera regular, moderada o vigorosa tienen alrededor de 35% menos probabilidades de morir en los siguientes ocho años que los que llevan estilos de vida sedentarios. (Papalia & Martorell, pág. 450, 2017).
El desarrollo cognitivo
Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan. Antoine de Saint-Exupery
Inteligencia fluida vs inteligencia cristalizada
Existen una diversidad de estudios longitudinales como el de Schaie y colaboradores, en donde se analizan las capacidades cognitivas que se pierden o se mantienen y se analiza la inteligencia cristalizada o acumulada a lo largo de la vida de los sujetos y la inteligencia fluida, es en donde se aprenden nuevas habilidades. Existen algunas variaciones en los diferentes momentos de medición algunas positivas y otras negativas en cuanto al estado de salud de los participantes en diferentes cohortes. Por ejemplo, en lo positivo: “los individuos que obtuvieron las puntuaciones más altas tenían también los mayores niveles educativos, su personalidad era flexible, pertenecían a familias intactas, se ocupaban en profesiones de complejidad cognoscitiva, estaban casados con personas de nivel cognitivo avanzado y se sentían satisfechos con sus logros (Sandoval, pág. 138, 2018).
La pericia para resolver problemas, está asociada a la inteligencia cristalizada, debido a las experiencias de vida de las personas. Y adquirir nuevos conocimientos será sencillo, si toda la vida a la persona le ha gustado aprender, pero le será más complejo el aprendizaje, sí no es un hábito de vida esta actividad.
El pensamiento integrativo
Otras habilidades en la solución de problemas, se deben a la integración del razonamiento intuitivo y lo que se conoce como pensamiento integrativo. Sin bien algunas funciones cognitivas pueden deteriorarse, existen personas que pasados los cincuenta años alcanzaron el pináculo de sus obras y la mayor creatividad, como en el caso de: Luis Pasteur y Charles Darwin.
La creatividad se asocia a la inteligencia de los sujetos y sus contextos. Se presenta mayormente cuando existen condiciones idóneas para continuar el crecimiento de las personas. Sin embargo, también se puede crecer en la adversidad como sucedió con el máximo experto en el tema de la resiliencia Boris Cyrulnik, sobreviviente de los campos de concentración y hoy día con una obra literaria interesante como “Los patitos feos” o “Sálvate la vida te espera”.
Casi todas las personas creativas comparten ciertos rasgos de personalidad como lo mencionan Simonton (2000) y Torrance (1988): “Son independientes, perfeccionistas, innovadoras, y flexibles además de receptivas de nuevas ideas y experiencias” (Simonton & Torrance, citado en Sandoval 2018).
Otros elementos relacionados con las funciones cognitivas, son: el trabajo y las diferentes maneras de concebirlo (p.e.: como una acción concreta, como una carga, como una actividad social o como un deber u obligación) y las funciones que de él se desprenden (p.e.: como una función integrativa, como una función económica y como una fuente de oportunidades) por citar solo algunos ejemplos.
