Los beneficios psicológicos del método de Marie Kondo o KonMari
¿Te gusta ir de compras pero luego se sientes que tiene demasiadas cosas y no sabes dónde ponerlas? La compra venta de todo tipo de productos en el mercado es un gran negocio. Las grandes empresas se aprovechan del placer que produce obtener cosas nuevas y saben perfectamente qué hacer para vendernos sus productos (la mayoría de veces innecesarios) a precios cada vez más bajos pero irresistibles.
Psicología de lo material
Hay personas a las que les cuesta tremendamente deshacerse de las cosas que han ido atesorando a lo largo de su vida, pues de alguna forma les traen recuerdos o piensan que las pueden llegar a necesitar en algún momento del futuro.
Otras llevan esta práctica al extremo, y acumulan artículos sin valor de forma casi compulsiva.
Son acaparadores que generalmente provienen de un ambiente de la niñez de la privación de algún tipo, y el acaparamiento es su forma de asegurarse de que nunca vuelven a tener esos sentimientos de “falta” nunca más (la privación puede incluir dificultades financieras graves y sus consecuencias, pero también la pérdida de seres queridos o una infancia marcada por la negligencia emocional).
Desde un punto de vista psicológico, la acaparación compulsiva es un trastorno psicológico caracterizado por la tendencia a la acumulación de artículos u objetos en forma excesiva y la incapacidad para deshacerse de ellos.
Con estas conductas la persona trata de reducir y manejar los sentimientos de ansiedad y la pérdida que tienen interiorizados, y deben abordarse antes de que se transforme en un problema real de incsalubridad como en el caso del Síndrome de Diógenes.
Al igual que muchos otros trastornos psicológicos, el acaparamiento es un rasgo que casi todos compartimos de una forma u otra. La diferencia está en la magnitud de ese rasgo.
Al igual que todos nos sentimos tristes, pero no todas las personas desarrollan depresión clínica, todos nos aferramos a objetos más allá de lo que necesitamos para sobrevivir.
El método KonMari
Esta japonesa que ha escrito el libro superventas “La magia del orden”, Marie Kondo ha sido incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista TIME. Esta gurú del orden propone desechar todo aquello que es realmente superfluo y que no necesitemos, para quedarnos con lo esencial, pero realmente necesario.
De modo que, si tienes demasiadas cosas y no todas las necesitas, es posible que desees considerar el método KonMari, que además de ayudarte a tener tus cosas perfectamente ordenadas y organizadas, te ofrece estos consejos como un método de autoayuda en el que el mensaje viene a ser: “si ordenas tus cosas ordenarás tu mente”.
Marie Kondo inició su estudio sobre el orden hace años leyendo revistas de decoración, viajando por el mundo, ayudando y asesorando en sus viajes a otras personas sobre cómo organizar sus hogares; o mejor dicho, sobre qué conservar, teniendo en cuenta qué cosas les proporcionaban verdadero bienestar.
Y aquí se encuentra la clave de todo: debemos guardar solo aquello que nos produzca alegría, ya sean objetos a la vista o escondidos en algún trastero. Si, por lo que sea, no te provocan esa chispa, su mensaje es claro y contundente: ¡deshazte de ellos!
Si quieres poner en práctica su método estas son las claves y lo que debes considerar a partir de ahora:
- Ordena por categorías: deja de ordenar por zonas, ordena por categorías, resulta más sencillo y más difícil. Hazlo en el siguiente orden: ropa, libros, papeles, objetos varios… y recuerdos (los más complicados). Cuando seas capaz de hacer esto con éxito, habrás adquirido suficiente rodaje y será más fácil hacer limpieza.
- Sácalo todo: Saca todos los objetos que tengas incluidos en una categoría determinada categoría, en cualquier parte del hogar (siempre que sean tuyos), y ponlos en el suelo.
- Selecciona: Selecciona sólo aquello que te produzca lo que ella llama una “chispa de la alegría” y el resto elimínalos. Para lograr esto Kondo proporciona algunos trucos:
Cuando pienses “puede”, esto significa “nunca”. Pregúntate si verdaderamente te gusta, si lo has utilizado recientemente y si crees con sinceridad que lo volverás a hacer.
Y es que la razón más común de la gente para no desprenderse de algo suele ser decirse a sí mismos: “puede que utilice esto otra vez” o “puede que me lo vuelva a poner algún día”. Pero la realidad es que en muy pocas ocasiones acabamos utilizando ese objeto abandonado.
No guardes nada en tu armario algo que no te produzca alegría. Ni siquiera esa prenda que solo utilizas para estar por casa y que no ve nadie más que tú. Si no te gusta, o crees que no te sienta bien, o te avergüenza lucirla en público, deshazte de ella. Ponte solo aquello que te haga feliz.
¡Ojo!, Sé especialmente metódico con los documentos. Una camiseta es reemplazable, ciertos papeles no lo son tanto.
Pero sobretodo recuerda, “no podemos vivir en el pasado”. En cuanto a los objetos sentimentales, no importa lo maravillosos que fueron. La felicidad y el entusiasmo que sentimos aquí y ahora es más importante que lo que sentimos entonces.
Esta es una forma de avanzar con determinación y optimismo hacia el futuro, sin anclarnos en el pasado de forma melancólica y a menudo contraproducente