Negligencia Inmune: Uno de los mayores errores al predecir nuestras emociones
La predicción afectiva se refiere a la capacidad de los individuos de hacer estimaciones y pronósticos sobre sus estados emocionales futuros. Sin embargo, las investigaciones han determinado que las personas suelen hacer predicciones sumamente inexactas. Específicamente, la negligencia inmune se refiere la dificultad de un individuo en determinar cuánto tardará en recuperarse psicológicamente de un evento traumático.
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Predicción afectiva
La predicción afectiva es un proceso innato de todo ser humano. Tal mecanismo se basa en establecer pronósticos acerca de nuestros propios sentimientos y reacciones emocionales. Estas predicciones se formarían tomando en cuenta nuestras experiencias pasadas, aunque también influyen nuestras expectativas, deseos y creencias. Evidentemente, la predicción afectiva influye en la toma de decisiones, pues genera una idea preconcebida sobre nuestros propios estados emocionales. Entonces, esto llevaría a las personas a anticiparse a las situaciones con el fin de evitar emociones negativas.
Sin embargo, a partir de 1990, Kahneman y Snell realizaron diversas investigaciones en las que determinaron que los veredictos que realizan las personas sobre sus emociones futuras suelen ser incorrectos. Estos errores tienen lugar debido a que los sentimientos presentes influyen en el poder ver con claridad los estados afectivos del futuro. Por ejemplo, cuando se le pregunta a un grupo de mujeres cómo se sentirían si sufrieran de acoso callejero, la mayoría imaginan que tendrán sentimientos de rabia e ira. No obstante, cuando se les sometió a vivir la situación realmente, experimentaron sensaciones de temor y nerviosismo.
Las predicciones afectivas erróneas generan prejuicios y distorsiones cognitivas que llevan a percibir la realidad de manera sesgada y muchas veces dificulta que las personas tengan la vida que desean. Los sesgos en la predicción afectiva se clasifican de acuerdo a su contenido. Por ejemplo, existe el sesgo de impacto, profecía autocumplida, evanescencia emocional o negligencia inmune. En este artículo, nos centraremos en explicar la última con mayor detalle.
Negligencia Inmune
La negligencia inmune se refiere a un desacierto en la predicción afectiva en el cual las personas no son capaces de predecir cuánto tiempo tardaran en superar situaciones psicológicamente difíciles. En este sentido, cuando se presenta la posibilidad de un evento traumático, el sistema psíquico actúa pronosticando lo peor. Entonces, las personas terminan anticipándose con diversas acciones para adaptarse a lo que creen que sentirán en ese momento. Así, implementan estrategias de afrontamiento para recuperarse o, por el contrario, evitan por completo la situación.
La manera de sobrellevar las dificultades del porvenir es personal, cada individuo cuenta con sus propios mecanismos de afrontamiento. Pero, las personas no suelen tomar en cuenta cuáles son sus mecanismos de defensa ante las adversidades. Por esta razón, se les dificulta muchísimo predecir cuánto tardarán en superar un suceso traumático.
Los investigadores Bolger y Zuckerman llegaron a la conclusión de que las personas con mayores estrategias de afrontamiento suelen tener mayor sesgo entre la respuesta que ellos esperan y la respuesta real. Este fenómeno ocurre ya que, si la mente advierte una situación peligrosa, el temor hace que el psiquismo comience a prepararse para afrontar lo que viene. De esta manera, cuando llega el esperado suceso difícil, ya están activos los mecanismos para superar el evento, haciendo que la persona se recupere rápidamente.
En un experimento realizado por Hoerger (2012), le preguntaba a los participantes qué sentirían después del día de San Valentín. Casi todo el grupo de entrevistados tuvieron respuestas similares acerca de sus emociones. Empero, las sensaciones experimentadas durante ese día fueron muy distintas, pues las personas con mayores estrategias de afrontamiento no son capaces de darse cuenta que cuentan con mayores posibilidades para recobrar un estado mental de tranquilidad ante un suceso difícil.
¿Cómo evitar predicciones afectivas incorrectas?
Tal como hemos mencionado, la incapacidad de predecir correctamente nuestras emociones futuras es un fenómeno común en todos los seres humanos. Finalmente, termina generando distorsiones cognitivas que, a pesar de afectar nuestra funcionalidad, están presentes en la mayoría de las personas. Aun así, existen maneras para aminorar el sesgo entre la realidad y las predicciones afectivas.
En primer lugar, es imprescindible conocernos a profundidad y practicar la introspección con el fin de conectar con lo que ocurre en nuestro interior. Para esto, la atención plena es una práctica sumamente útil que ayuda a las personas a ser más conscientes de sus emociones y sensaciones internas. La atención plena también se conoce como Mindfulness, y es una excelente herramienta que muchos psicoterapeutas implementan con sus consultantes.
En el mindfulness se utiliza la respiración como un medio para estar conectado con nuestro mundo interno, la premisa es simplemente “estar en el momento presente”. En este sentido, se alienta las personas a observar las emociones con consciencia y compasión, en vez de evitarlas. Gracias a esto, muchos individuos reportan disminuir su estrés, incrementar su calidad de vida y percibir sus estados afectivos de manera más realista. Así, es muy probable que la Atención Plena pueda servir como una práctica para evitar las predicciones afectivas sesgadas.
