«No te defiendas» de Thich Nhat Hanh
No te defiendas, así se llama un pequeño y conocido relato del maestro budista zen Thich Nhat Hanh. ¿Cuántas veces alguien nos ha insultado o nos ha hecho un comentario negativo y hemos reaccionado mal? ¿Cuántas veces lo hemos tomado como una ofensa?
La cuestión es saber que podemos actuar de otra forma diferente y que defendernos no siempre puede ser lo correcto. Sin embargo, llevamos grabado tan a fuego la idea de autodenfensa que nos parece una humillación no dar importancia a las palabras de los demás, pero, ¿Qué tal si revisamos esas creencias? No te defiendas… ¡Comenzamos!
No te defiendas: análisis
No te defiendas. Cuando tratas de defenderte estás dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones.
Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que “escuchas”, que son simplemente opiniones y que no tienes que convencer a los otros para ser feliz.
Cuando demostramos que las opiniones de los demás no nos afectan no es que seamos pasivos ni sumisos, sino que somos dueños de nosotros mismos y de nuestra propia felicidad. Estamos quitando el poder a los demás sobre nuestro bienestar y solo nosotros decidimos qué nos afecta. Las opiniones de los demás son solo eso, opiniones. Nosotros tenemos el poder de darles importancia o no.
Un ejemplo muy sencillo pero muy ilustrativo consiste en pensar que somos morenos de pelo y alguien nos dice que somos rubios, ¿nos causaría malestar? ¿lo veríamos como una ofensa?
Tu silencio interno te vuelve sereno. Practica el arte de no hablar. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial dejando brotar la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría, el “noble silencio”.
Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen capacidad de ser.
Instálate en el silencio y la armonía de todo el universo.