¿Qué es el autosabotaje? cómo puedes detener el bucle sin final

Desde hace miles de años los humanos nos hemos embarcado en los famosos propósitos de año nuevo con la esperanza y la determinación de mejorar nuestras vidas el próximo año. Siendo realistas más del 80% de los nuevos propósitos se han abandonado antes de la mitad de febrero.

Una de las fuentes principales por las cuales no logramos cumplir con esos objetivos es lo que se conoce como el autosabotaje.

Aunque suene a una palabra poco frecuente es mucho más habitual de lo que creemos y puede conducir a resultados altamente destructivos en nuestra vida personal y profesional.

¿Qué es el autosabotaje y como en tierra nuestras mejores esperanzas?

El autosabotaje lo identificamos cuando destruimos, ya sea de forma física, emocional o mental nuestro propio éxito. O cuando de forma consciente o inconsciente nos creamos obstáculos para no lograr nuestros objetivos. Es algo que está profundamente arraigado a las mentalidades negativas

Cuando hablamos de conciencia nos referimos a tomar una conducta o una decisión aun siendo perfectamente capaces de hacer lo contrario que sabemos que es lo que realmente nos beneficia. En cambio, cuando hablamos del inconsciente es porque no somos capaces de identificar la conducta o el valor que estamos tapando y que no nos conduce a nuestros propósitos.

En muchas ocasiones aparecen lo que se conoce como disonancia cognitiva. Para que nos entendamos es un desequilibrio interno o la incomodidad que experimentamos cuando las acciones o las palabras no se alinean con tu propio ser, con tus valores y tus creencias. Cuando esto sucede se genera una sensación de malestar que queremos aliviar cambiando ya sea, nuestras conductas o nuestras metas para que haya coherencia interna.

¿Por qué aparece el autosabotaje? 3 causas que se acercan a la verdad

1. Modelar

Muchas de las actitudes y comportamientos que tenemos en nuestra vida se basan en patrones aprendidos en la infancia, proporcionados por referentes o figuras de autoridad que fueron relevantes para nosotros en ese momento. Los pensamientos y moldes mentales también se heredan

2. Miedo al rechazo

Este tipo de miedo es de los más potentes que sufre el ser humano, el rechazo puede ser una fuente de gran dolor y baja autoestima. Este miedo puede sabotear nuestras mejores intenciones si el objetivo que nos proponemos puede ser motivo de sufrir un rechazo

3. Adaptación a comportamientos disfuncionales

De pequeño o ante ciertas situaciones todos nos hemos visto obligados a adoptar comportamientos que en ese momento concreto fueron adaptativos para nuestra supervivencia. Pero cuando seguimos aplicando esos mismos comportamientos ante nuevas situaciones, es posible que ya no tengan sentido y sean una gran fuente de autosabotaje.

El complejo de Judas

Algunos ejemplos de Autosabotaje

En el mundo de las relaciones es habitual encontrar patrones de tipo:

• Ignorar emociones negativas
• Críticas excesivas
• Guardar rencor
• Reproches constantes
• Intentos por cambiar a la otra persona
• Centrarse únicamente en los defectos

Estos comportamientos no son exclusivos en el ámbito de las relaciones amorosas también lo encontramos en muchas ocasiones en ámbitos de trabajo, por ejemplo:

• Perfeccionismo
• Síndrome del Impostor
• Desorganización
• Estrés excesivo

Cómo detener el autosabotaje: 5 consejos prácticos

Primero de todo debemos comprender el origen de este comportamiento, que en la mayoría de ocasiones se origina en experiencias emocionales intensas, a menudo localizadas en la infancia, que afectan a nuestra perspectiva respecto al mundo y su funcionamiento.

1. Conciencia sobre estos pensamientos, descubrir cuál es el punto inicial de las conductas de autosabotaje para poder abordar los orígenes y tratar el problema de raíz. Para identificar esos desencadenantes debes analizar tu estado emocional, cada vez que identificamos una reacción emocional atípica o particularmente intensa debemos parar y analizar que ha provocado ese estado. Es posible que te encuentres ante un patrón de autosabotaje. Una vez identificados los pensamientos los podemos cambiar mediante un diálogo interno positivo, cambiar la perspectiva y conectar con experiencias emocionales positivas nos ayudará a no caer en el círculo del auto-sabotaje.
2. El humor, reescribir el suceso con un toque humorístico es una de las herramientas más potentes para generar resiliencia y romper el bucle. Busca quitarle dramatismo a la situación, que cosas podrían pasar que te puedan sacar una sonrisa y ver la situación desde un punto de vista más amable y seguramente realista.
3. Ponerse objetivos realistas y divididos en pequeños pasos, la gran mayoría de propósitos fracasan por una motivación inicial excesiva y unos resultados esperados muy elevados a corto plazo. Es la receta perfecta para la frustración y la decepción. Debes considerar que las grandes cosas no se logran a corto plazo, el mejor consejo es desglosar esa gran meta en pequeñas submetas que fomentarán la adherencia y serán micro recompensas que te ayudarán a mantenerte en el camino hacia la meta.
4. El entorno juega un papel central, no somos seres aislados y nuestro entorno puede ser un gran potenciador o un gran destructor. Debes tener claro que el hecho de que tengas un objetivo o una meta no implica que tu entorno esté de acuerdo o te apoye en ese camino. Por lo tanto, es primordial conocer qué limitaciones o piedras en el camino nos podemos encontrar de manera previa, al tener este conocimiento sabremos mucho mejor cómo gestionarlas cuando aparezcan. Bajo la luz de la consciencia los problemas reducen su tamaño.
5. Fe en ti mismo, tus creencias son el lenguaje de tu mente y tu propio ser. Determina la perspectiva bajo la cual ves el mundo y sus interacciones. Si crees de antemano que no vas a ser capaz de lograrlo, tú mente no lo va a cuestionar, te llevará precisamente hacía lo que crees. Debes recordarte cada día que, si puedes lograrlo, que estás comprometido y que estás en el camino, si tu no confías en ti, nadie lo hará.

En algún momento todos nos damos cuenta que ciertos comportamientos de nuestra vida nos están frenando y siempre podemos tomar el control y decidir no seguir por ese camino.

Tómatelo con calma y no te presiones (podrías estar autosaboteando de nuevo) da los pasos cuando sean necesarios y con un futuro en mente, disfrutando del camino. No olvides celebrar los éxitos, serán los que te mantendrán en el camino cuando todo lo demás quiera volver a lo conocido.