Reflexiones cotidianas ¿miedo a ser feliz?
Muchas personas sufren de miedo a ser felices
…entonces cuando la vida les sonríe cuando todo parece perfecto, entran en depresión o angustia porque presienten que algo malo puede suceder.
Estas personas probablemente repiten algunos esquemas que vivieron en su niñez. Por ejemplo dicen: ¿Quién sabe que me va a pasar porque me he reído mucho; recuerdo que mi abuela tenía ese agüero y siempre le pasaba algo después de divertirse?.
Seguramente tendrán bien grabado en el subconsciente algunas frases que en el momento propicio sacan al consciente diciendo: ¿la vida es una lucha?, ¿el juego es para los niños? o ¿primero el deber y después el placer?
Quienes tienen estos paradigmas prefieren no ir a fiestas ni a paseos, tienen poco sentido del humor, no son muy sociables y prefieren estar trabajando o durmiendo mientras los otros se divierten.
Algunos necesitan tomarse unos tragos antes de salir de casa para llegar entonados a una reunión, otros se transforman en personas muy jocosas y alegres cuando ya tienen unos cuantos guaros en la cabeza.
Hay personas convencidas de que amar implica sufrimiento, pérdida de libertad e identidad. Como para ellos amar es un desastre, cuando se sienten enamorados reaccionan con indiferencia o agresividad contra la persona amada.
Su conflicto interno se evidencia en contradicciones, cambios frecuentes de parecer, rechazo por demostraciones de afecto y miedo al compromiso matrimonial; A muchos les da la vergüenza cuando se desinhiben o expresan su afecto con regalos.
Otras personas podrían tener en su mente que nacieron para sufrir, que Dios castiga y que es pecado ser ricos, exitosos o famosos. Por eso jamás aspiran a nada grande, son conformistas y soportan casi con masoquismo el maltrato psicológico o físico.
También pueden ser tacaños, vivir quejándose de la pobreza, sentir envidia por los que progresan y rechazar oportunidades de tener mejores cosas o estar mejor porque creen que eso no está bien y les genera sentimiento de culpabilidad.
La verdad es que todos tenemos derecho a ser felices, merecemos ser felices por el simple hecho de existir y queremos progresar, amar y ser amados, trabajar, descansar y ser felices.
Si Usted siente miedo a ser feliz, pregúntese: ¿cuál es el PELIGRO REAL de disfrutar plenamente lo que la vida le ofrece y que quizás Usted ha conseguido con tanto esfuerzo? ¿Qué gana y qué pierde si lo disfruta?